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VII LA RUPTURA. LEIGHTON POLEMIZA CON DON HORACIO WALKER LARRAIN


Con el retiro del Ministerio del Trabajo no llega a su fin la carrera política de Bernardo Leighton, sino muy por el contrario. Ella está apenas comenzando. Encuentra a la Juventud Conservadora sumida en medio de graves problemas con el Partido, a raíz de la precandidatura a Presidente de la República de Gustavo Ross Santa María. Los jóvenes rechazan a este candidato, por sus posiciones ultraderechistas. Ven en su pensamiento la antítesis de lo que han venido sosteniendo. Por eso, antes de que se produzca la proclamación definitiva de candidato presidencial, los jóvenes deciden presentar a la Directiva del Partido una quina de nombres. El acuerdo reza así:

"Trabajar dentro de la jerarquía del Partido Conservador para que el candidato a la presidencia de la República sea alguna de las personas que a continuación se indican: Jorge Matte Gormáz, Máximo Valdés Fontecilla, Guillermo Edwards Matte, Jaime Larraín García Moreno y Francisco García Gana".

Esto molesta a la "vieja guardia" conservadora, que ya se inclina abiertamente por Ross. La Juventud por su parte, después de tentar con la quina renuncia a ella e insiste abiertamente por quien la encabeza, esto es, por Jorge Matte Gormáz.

"Vino entonces la reunión del partido, donde se tomaría la decisión final. Concurrimos después de pensarlo mucho. Varios no querían. Ignacio Palma expresó el pensamiento de la juventud. Lo hizo con bastante dificultad, porque había quienes no querían que habláramos. A mí por lo menos, se me hizo imposible hablar. Al final, la decisión recayó sobre Gustavo Ross. Entonces nos reunimos y acordamos no trabajar por el candidato del partido. La formulación del acuerdo movió después a muchos a creer que por "libertad de acción" estábamos entendiendo que se podía trabajar por el otro candidato y que había "libertad de voto". Eso fue un error. La única libertad que acordamos fue la de poder trabajar o no por el candidato del partido conservador. En cuanto al voto, al menos los que eran militantes inscritos del partido conservador, tenían la obligación de votar por Ross."

"Así de ninguna manera las banderas de la Juventud Conservadora se levantarían oficialmente en torno a la candidatura de don Gustavo Ross, pero tampoco se alzarían en su contra".

El estrecho resultado electoral, que da el triunfo al candidato del Frente Popular, don Pedro Aguirre Cerda, enciende la mecha definitiva del conflicto. La Juventud Conservadora es acusada de ser culpable de la derrota. Don Horacio Walker Larraín, Presidente del Partido Conservador, y Lucio Concha, Secretario General, publican en "El Mercurio" el llamado "Manifiesto de la Junta Ejecutiva del Partido Conservador" que ellos firman en su nombre y que está fechado el 22 de noviembre de 1938.

De este largo documento se deben extractar, por ser centrales, los siguientes conceptos:

- "Bajo los auspicios de dicha junta (ejecutiva del partido conservador) se convocó en 1935, por una selecta comisión organizadora, a una concentración nacional de la Juventud del Partido."

- "Multitud de jóvenes de todo el territorio acudieron al llamado y se celebró la magnífica concentración de los días 11, 12, y 13 de octubre de 1935. En ella fueron aprobados los estatutos y el programa de la nueva organización, destinada a cohesionar en una sola entidad, las actividades dispares de la Juventud, con el objeto de realizar una propaganda efectiva de los ideales conservadores."

- "En consonancia con estas ideas, los estatutos aprobados por la concentración y por la Junta Ejecutiva disponen lo siguiente: Art. 1º: Se crea una organización general de la Juventud Conservadora de Chile, dependiente de la Junta Ejecutiva del Partido Conservador, cuyo objeto es la formación de los jóvenes que a ella pertenezcan y la difusión de los ideales del Partido Conservador, por medio del estudio, la acción y la propaganda en centros organizados. En lo demás, la acción política de los jóvenes conservadores deberá efectuarse dentro de los organismos oficiales del Partido Conservador."

- "A raíz de la concentración recordada, se esparcieron por el territorio delegaciones entusiastas de jóvenes que propagaban los ideales de nuestro Partido, exhibían nuestras honrosas tradiciones e invitaban a algunos sectores indiferentes de la juventud a agruparse bajo nuestras banderas. Nadie podrá negar que esa labor fue abnegada, fructífera y brillante."

- "Llegadas las elecciones parlamentarias y municipales, la junta ejecutiva y demás organismos pertinentes, favorecieron con su confianza y su más decidido esfuerzo a dirigentes de la Juventud Conservadora, haciéndolos así depositarios de las investiduras de mayor responsabilidad que puede otorgar una colectividad política. Con posterioridad, otro de esos dirigentes entraba a formar parte del Gobierno, como Ministro Conservador." (Referencia a Leighton)

- "A poco de iniciadas sus labores parlamentarias, algunos diputados de la juventud adoptaron ciertas actitudes encaminadas a presentarse como personeros de una entidad independiente del Partido que los enviaba a la Cámara."

- "Las excursiones falangistas por el campo netamente político tuvieron su mayor acentuación y efecto con motivo de la elección presidencial."

- "Es sabido que la voluntad de los partidos concurrentes a la Concentración Presidencial se manifestó en forma casi unánime en favor del Sr. Ross. Este hecho obligaba a todo conservador a acudir al llamado que le hizo el Partido, en nombre de consideraciones de honor y de conveniencia pública para cumplir el compromiso solemne contraído en la convención. El no hacerlo importaba hollar los deberes de la disciplina y la lealtad y echarse sobre los hombros una responsabilidad inmensa, en caso que la elección se perdiera por un margen estrecho, como en realidad ha ocurrido."

- "¿Qué hicieron para hacer frente a esta responsabilidad para con el Partido y para con la República los dirigentes de la Juventud Conservadora? Tomaron el siguiente acuerdo: 'Dar a los falangistas libertad para adoptar personalmente ante el hecho electoral la posición que, en conciencia, estimen más conveniente para el país'."

- "Todavía no fue franco el acuerdo de libertad de acción; porque, por instrucciones privadas, se ordenó a los presidentes provinciales que se abstuvieran de toda actividad electoral."

- "Ante el acuerdo de libertad de acción, la Junta Ejecutiva declaró lo siguiente: Proclamado el candidato a la Presidencia de la República por la Convención Nacional del 23 de abril, a la cual concurrió el Partido Conservador, todo organismo del Partido, colectivamente, y todo conservador, particularmente, están en la obligación estricta de prestar apoyo al candidato proclamado. En consecuencia, la Junta Ejecutiva declara contraria a la disciplina la circular de la Directiva del Movimiento de la Juventud Conservadora, relativa a la campaña presidencial."

- "Dando cuenta del aporte de este organismo (La Falange) a la lucha presidencial, dice 'Lircay': 'Los falangistas acompañaron a la Derecha con sus votos. No la podían acompañar ni con su entusiasmo ni con su aporte ideológico. Muchos aún aportaron su trabajo material.' Entre tanto, el margen que obtuvo el candidato del Frente Popular sobre la mayoría absoluta, fue de 841 votos. Y surge este dilema: Si los falangistas hubieran aportado a la lucha el entusiasmo que 'Lircay' reconoce que no aportaron y que su deber los obligaba a aportar, habría podido desaparecer tan insignificante mayoría y el candidato del Frente Popular no sería Presidente de la República."

-"El peso de las responsabilidades contraídas por los que faltaron a sus deberes en la lucha, debió inducirlos a reconocer sus errores o, por lo menos a no incurrir en nuevas actitudes reprobables. Sin embargo la reciente asamblea celebrada con motivo del cambio de Presidente de la Juventud, revela, una vez más, el propósito de apartar a ésta de los vínculos que la ligan al partido al que pertenece. Se comienza por procurar echar sobre hombros ajenos el peso de la derrota, reclamándose honores de profetas, pero cuidando bien de no expresar qué causas y factores habrían alterado los resultados de las urnas si, en vez del candidato que proclamaban con entusiasmo las voces casi unánimes de las Derechas, se hubiese llevado a la lucha a otro servidor público que contaba sólo con una débil minoría de esa combinación. Se cree conveniente, en seguida, dirigir variados denuestos a la combinación política de la que ha formado parte en los últimos años el Partido Conservador. Y como se engloba en los ataques a todas las entidades participantes en ella, sin distinción alguna, resulta que nuestro Partido aparece presentado ante la opinión pública como 'temeroso y caduco'. Simultáneamente, en el órgano falangista se niega al Partido Conservador la calidad de entidad antimarxista con vida."

- "En la vida privada, como en las relaciones que nacen de la vida pública, es en los momentos difíciles cuando se aquilata el valor de los sentimientos de adhesión, de unión y de fraternidad. El Partido Conservador tenía derecho a esperar, en este instante, nobleza de ánimo y espíritu de concordia y disciplina de parte de todos los que no quieran, con motivo de la derrota reciente, eludir su cuota en los sacrificios, ni buscar posiciones más cómodas que las que las circunstancias nos señalan. Se vulnera nuevamente ese espíritu de disciplina al anticipar actitudes políticas de grupos o individuos, cualesquiera que ellas sean, antes de que se pronuncien los organismos que tienen la función privativa de señalar rumbos a nuestra colectividad."

-"La Junta ejecutiva, que auspició y alentó la gran Convención Juvenil de 1935 y que cifró en ella las más lisonjeras esperanzas, no ha podido, ante los sucesos políticos recientes, que inician una nueva etapa en la acción del Partido, dejar de señalar, por ingrato que ello sea, a los que infringen las declaraciones y promesas que hicieron al convocar a la juventud que acudió a ese hermoso acto cívico y aprobó bases de organización y normas de conducta que no pueden ser derogadas por la voluntad de unos pocos, sino sólo por los mismos medios y por las mismas fuerzas y organismos que las implantaron."

-"Los graves atropellos a los Estatutos de la Juventud Conservadora y a la lealtad debida al Partido, no deben llevar a la conclusión simplista e inconveniente de atentar contra la estructura de una institución llamada a producir grandes bienes en el porvenir. No es eso lo que quiere la Junta Ejecutiva, como reacción ante los desengaños sufridos. La Junta quiere que el Movimiento Nacional de los jóvenes conservadores continúe, se desarrolle e intensifique su labor, no en el campo generalmente escabroso de la acción política, que corresponde a los organismos oficiales del Partido, sino en el más elevado, más sano, más propio de la juventud, de la lucha por los ideales doctrinarios y por su difusión a lo largo del territorio. Menos política y más acción de propaganda, de esfuerzo organizador y de propia formación de los afiliados, es lo que terminantemente exige la Junta Ejecutiva. O sea, que se devuelva al Movimiento su sentido inicial, para que él no siga convirtiéndose en una fuerza de lucha contra el propio partido y de ruptura de su unidad tradicional."

- "A fin de alcanzar tan justos anhelos, la Junta Ejecutiva ha acordado en su sesión de hoy, reorganizar el 'Movimiento Nacional de la Juventud Conservadora', mediante una comisión que nombrará oportunamente, y sobre la base de que continúen en él sólo los que, 'aceptando los principios y programa del Partido Conservador', según la expresión de los Estatutos aprobados en 1935, estén resueltos a cumplir fielmente las disposiciones que éstos contienen. Ha acordado también la Junta pedir al Directorio General ratifique este acuerdo, para lo cual se lo cita, con esta misma fecha, a una reunión especial para el martes próximo."

El párrafo final le daba los contornos institucionales a la crisis. La Junta Ejecutiva consideraba tan grave el paso que estaba dando, que convocaba en forma especial a un Directorio General para que ratificase lo acordado por ella.

Bernardo Leighton hizo entonces un último esfuerzo. Dado el carácter público del manifiesto anterior, entregó a la prensa una carta dirigida a don Horacio Walker. Su texto, más breve, se reproduce casi íntegramente a continuación:

"Hace algún tiempo tuve el agrado de conversar con Ud., sobre las relaciones entre el Partido y la Falange, conversación durante la cual coincidimos en la necesidad de que una vez pasadas las elecciones se estudiara una fórmula concreta que sirviera para aclarar y establecer en definitiva las bases de aquellas relaciones. Sigo confiando en la posibilidad de encontrar esta fórmula; sin embargo, el procedimiento escogido por la Junta Ejecutiva me parece poco conducente."

"En lugar de plantear el problema en un terreno privado, prefiere lanzar un manifiesto público, cuyas finalidades tienden a probar que la Juventud Conservadora y personalmente sus dirigentes han incurrido en indisciplina y deslealtad. ¡Se nos presenta abandonando al partido en horas difíciles, después de haber recibido de él cargos de honor! Es lamentable. ¿Para qué herir con injusticia los sentimientos, si se quiere buscar soluciones de concordia?"

"Su manifiesto, don Horacio, contiene apreciaciones equivocadas. Pretende demostrar que el 'sentido inicial' de la Juventud Conservadora, aprobada por la Junta Ejecutiva del Partido y por la Concentración Nacional de 1935, ha sido desviado, radicalmente, en los años posteriores y que, en consecuencia, los dirigentes de la Falange han roto los compromisos contraídos en aquella fecha. La realidad es diversa. Hay otros antecedentes, acaso más auténticos, y ciertamente más trascendentales, que explican la fundación de la Falange en 1935, su desarrollo ulterior y su espíritu interno."

"El Partido Conservador ha sido, sin duda, en la historia de Chile la primera fuerza política; pero no siempre sus actuaciones estuvieron a la altura de su tradición gloriosa. Por eso, prescindiendo de otras críticas, cuando se restableció el régimen legal en 1931, el desprestigio en que cayeran los partidos políticos alcanzó también al nuestro. Era evidente que durante la dictadura no fue el partido, como entidad, sino algunos de sus hombres particularmente, quienes salvaron con sacrificio heroico, la dignidad tradicional. La juventud de aquel tiempo observaba estos hechos y se resistía a creer, basándose en ellos, en la sinceridad conservadora. No quería como juventud enrolarse incondicionalmente en las filas de un partido político, cuyos principios y tradición respetaba, pero de cuyas posiciones prácticas tenía motivos para dudar."

"Un pequeño grupo de jóvenes se lanzó en esas circunstancias a una tarea difícil. Empezó a difundir entre la juventud católica, la idea de incorporarse al Partido Conservador, sobre la base de mantener dentro de sus cuadros, la fisonomía específica de una organización juvenil. Se perseguía con esta iniciativa evitar la división de los católicos en la política y alejar los temores en cierto modo justificados de importantes sectores de juventud, acerca de que el único interés del partido consistía en atraerlos con el de fin de emplearlos como elemento material de propaganda en campañas electorales, sin reconocer su calidad de factor indispensable en la renovación política chilena. Es verdad que esta empresa fue constante, eficaz y abnegadamente impulsada por los dirigentes conservadores de la época."

"La Concentración Nacional resultó un éxito; en ella nació lo que debía nacer. A la sombra de la tradición conservadora, que importaba lo más puro de la tradición nacional, cobró forma un movimiento juvenil encaminado a poner todo ese acervo político y moral en concordancia con los nuevos tiempos. Desde el primer momento la 'Organización Nacional de la Juventud Conservadora', denominada también 'Falange Nacional' más tarde, tuvo especiales modalidades en cuanto a su constitución y a su acción política."

"Con el objeto de apartar completamente la idea de que la Juventud fuera transformada más adelante en un simple mecanismo de trabajo electoral, se declaró en el artículo primero de sus estatutos, que su finalidad propia residía en 'la difusión de los ideales del Partido Conservador'. No quedaba, por tanto, comprometida la Juventud Conservadora a entregar, sin condiciones, sus esfuerzos y su entusiasmo a las futuras contiendas electorales. En esta forma el Partido Conservador garantizaba a la juventud de entonces que su labor política no se limitaría a los ajetreos menudos y con frecuencia mezquinos de nuestro sistema electoral. Al contrario, la suya iba a ser una labor más amplia y más alta."

"Los ideales, empero, del Partido Conservador era necesario difundirlos con palabras y principalmente ratificarlos con hechos. De ahí que no se rechazaran las responsabilidades políticas, por graves que ellas fueran, cuando llegaron a manos de falangistas."

"Salvo pequeñas incidencias, el manifiesto reconoce que ni a la Juventud Conservadora ni a sus dirigentes se les hizo objeto de censuras por indisciplina hasta el momento de la elección de candidato a la Presidencia de la República en abril del presente año. La Falange Nacional se abstuvo de participar en la campaña presidencial, ya que de acuerdo con sus estatutos no estaba obligada, según queda expresado, a participar en campañas de esta especie y porque consideró que el candidato elegido no podía ser levantado como la expresión de las aspiraciones falangistas."

"No obstante, se dijo bien claro en 'Lircay' y en instrucciones a los Centros, que el voto se daría al candidato derechista. Sólo se quitó esta libertad de acción a los dirigentes, por estimar que de otro modo resultaba difícil hacer comprender al grueso público la abstención oficial de la Falange. Por lo demás, esta prohibición se dejó sin efecto en varias partes por orden expresa de la directiva."

"¿Dónde estuvo, entonces, la indisciplina? ¿En no participar como organización en una campaña, frente a la cual los estatutos autorizaban a no participar? ¿En no obligar al trabajo, además del voto?"

"El trabajo individual en una elección excede a las obligaciones estrictas de la disciplina. Centenares de conservadores en incontables elecciones no aportaron al Partido nada más que sus votos y nadie los señaló como indisciplinados y desleales."

"Lo digo francamente: soy conservador y soy falangista, y, si no trabajé en la última campaña, la conciencia no me acusa. Eramos muchos los que hubiéramos debido ser hipócritas para salir a hacer una propaganda que no nos habría brotado del corazón. Tan lejos no podía llegar la disciplina."

"La Falange conserva intacto 'su sentido inicial'. ¿Que ha cometido errores en el curso de sus tres años de vida? ¿Que tiene deudas con el Partido Conservador, el cual también ha cometido errores en este lapso y ha contraído, a su vez, deudas con la Falange? No lo neguemos; con todo, no es el momento de las recriminaciones, ni tampoco de averiguar quién adeuda más a quién. Sería, por otra parte, absurdo caminar hacia atrás sobre la ruta ya andada. Son muy distintos los imperativos de la hora."

"La Falange tiene una personalidad política diferente, mas no contrapuesta a la del Partido Conservador, a la que no puede renunciar, porque se lo prohibe, justamente, el 'sentido inicial' con que nació hace años. Intereses superiores imponen el entendimiento armónico del Partido Conservador y la Falange: falta solamente la fórmula adecuada que lo establezca y yo pienso que es fácil encontrarla, buscándola con buena voluntad. Pero, si en el Directorio General del Partido predomina el criterio de que somos los falangistas un estorbo, entonces no habrá nada que hacer. Lo saluda atentamente su affmo. S.S., Bernardo Leighton G."

Como puede apreciarse, Leighton razona aún dentro del marco formal conservador. Es la última vez. Las discrepancias de fondo le parecen muy grandes al Directorio General del Partido, el que aprueba la reorganización de la Juventud el 29 de noviembre de 1938.

En vista de esto, los falangistas optan por seguir existiendo como partido autónomo, rompiendo todo vínculo con el Partido Conservador.

Este episodio ha situado en trincheras distintas y hasta opuestas en su dinámica inmediata a dos hombres que mantienen las mejores relaciones personales: Horacio Walker, por una parte, presidiendo el Partido Conservador e intentando disciplinar a la Juventud colocándola más directamente bajo el control de la Junta Ejecutiva; Bernardo Leighton, por la otra, con su autoridad y su palabra, tratando de convencer al político y al amigo que eso no es posible y que las consecuencias serán muy graves si persiste en esa posición. Es un momento duro para ambos.

Consumada la ruptura, queda sellada de esta manera la suerte de Bernardo Leighton, Eduardo Frei, Radomiro Tomic, Manuel Antonio Garretón, Manuel Francisco Sánchez, Jorge Rogers, Rafael Agustín Gumucio, Ignacio Palma y muchos otros de ese tiempo. Deberán emprender solos el camino tras sus ideales, ya no más cobijados bajo el alero de un partido que se niega a transformarse y que en la realidad los rechaza desde el fondo de su alma. El acuerdo tomado por los falangistas consiste en no acatar la reorganización y seguir existiendo tal como hasta entonces, con el solo nombre de Falange Nacional.

El 17 de diciembre de 1938, bajo el título "Había diferencia, sin oposición", Leighton publica en "Lircay", que ya desde el 8 de ese mes aparece como "órgano oficial de la Falange Nacional", un interesante artículo donde defiende la posición de la Juventud Conservadora desde su creación en octubre de 1935 hasta el 29 de noviembre de 1938. A su juicio, ella ha tenido "desde su nacimiento, una personalidad propia y diferenciada dentro de la estructura del Partido Conservador". Después enumera una serie de ejemplos en que esta personalidad política ha tenido "repetidas ocasiones para manifestarse expresamente". En aquellos casos ha encontrado siempre la comprensión del Partido. "Eran otros tiempos...", exclama Leighton casi con nostalgia. Y agrega a manera de resumen:

"No fue una exigencia nueva insistir en que se confirmara la autonomía falangista. La tuvimos plenamente, como queda comprobado, en las elecciones generales de 1937, y nadie, en esa época, la discutió. La tuvimos también plena cada vez que, en nuestras asambleas de propaganda, en nuestras grandes concentraciones nacionales, en nuestras publicaciones de prensa, en las actuaciones de nuestros parlamentarios, dijimos sobre el Gobierno, sobre los problemas de la patria, sobre la política del presente y del futuro, todo, absolutamente todo lo que teníamos que decir. Esa fue la independencia, esa fue la autonomía de la Falange que los dirigentes del Partido Conservador, a pesar de las proposiciones concretas que se les hicieran para reducirla a fórmulas que evitaran dificultades en adelante, se negaran totalmente a ratificar. Un viejo principio de la filosofía católica aparece repudiado por la filosofía conservadora. Es el principio que exige la 'unidad sólo en lo esencial, la libertad en lo accidental y en todas las cosas, la caridad'. Los conservadores no lo aceptan; se quedará con nosotros, los falangistas."

Preside la Falange Nacional en el momento de la ruptura Manuel Antonio Garretón Walker, sobrino de Horacio Walker Larraín, Presidente del Partido Conservador. Garretón ha sucedido en el cargo a Ignacio Palma, quien a su vez había sucedido a Bernardo Leighton al ingresar este último como Ministro del Trabajo al gabinete del Presidente Alessandri.

La Falange Nacional como partido autónomo inicia un proceso natural de definiciones, tendientes a precisar mejor aún que antes sus posiciones y ocupar así el espacio político que han ido conquistando.

Garretón lanza entonces la formulación de "más allá de la derecha y de la izquierda", buscando situar al joven partido en una posición nueva, que tampoco es de centro, puesto que no persigue una síntesis entre los dos extremos, sino ofrecer un camino con perfiles propios. En la práctica concreta, esto produce un rápido alejamiento de la derecha, con la que se acaba de romper y lentas, pero seguras, aproximaciones a la izquierda. Esto acontece específicamente en los diversos escenarios de la acción política, comenzando en este caso en la Cámara de Diputados, donde siete de sus miembros han reconocido filas en la Falange Nacional.

Posted by Otto Boye 9:25  

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